-Dime que me quieres.
+¿Por qué?
-¿Ósea que no me quieres?
+Yo no he dicho en ningún momento eso.
-Pues venga, dímelo entonces.
+Te quiero.
-Mentira.
+¿Cómo que mentira? ¿No querías que te lo digiera? Te lo he dicho, ¿Qué más quieres?
-Lo has hecho solo para satisfacerme, y eso no me vale.
+Te quiero, y de verdad.
-Demuéstramelo.
+¿Qué te lo demuestre? Bien.. Te quiero por quien eres, por en lo que me conviertes cuando estoy contigo, por hacerme reír, por abrazarme, por darme todo lo que quiero, por ser todo lo que necesitaba. Te quiero porque eres en lo primero que pienso cuando me despierto y lo último que se me pasa por la cabeza cuando me duermo. Te quiero porque eres tú y solo tú, que eres lo primero, y lo segundo también. Te quiero porque cuando estoy a centímetros de ti, me dejas sin oxigeno, y sin toda la puta tabla periódica. Te quiero porque a tu lado, todo es demasiado perfecto, tú eres jodidamente perfecta. Te quiero porque eres la única que consigue hacerme volar con los pies en la tierra. Te quiero porque desde el primer día te llevaste mi corazón, y de una manera especial, y aunque duela, es un dolor dulce, porque cuando sufres por lo mejor que te ha pasado en la vida, al final, te acostumbras al dolor.
-Yo.. yo.. no sé que decir.
+No digas nada entonces.
-Yo es que no te quiero..
+Lo sé, no siempre te enamoras de la persona correspondida.
-No, no es eso.
+¿Entonces?
-En resumidas cuentas, te amo más que a nada y a nadie en esta vida.
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