-Tengo que decirte algo.
+Suéltalo.
-Es que es muy importante, y me cuesta.
+Dilo, o me voy.
-Esta bien, te quiero.
+Eso ya lo sabía yo.
-¿Lo sabias ya? Creo que no sabes en que sentido me refiero.
+¿Qué sentido es entonces?
-Me refiero al sentido de que me gustas, no, mentira, me
encantas, aunque más que eso. Eres con quien quiero pasar el resto de mi vida.
Con quien quiero pasear agarrados de la mano. Con quien darme besos hasta el
amanecer. Con quien acurrucarme las noches de invierno. Con quien reír a todas
horas. Con quien pelearme y a los minutos estar reconciliados porque nos amamos
demasiado. Con quien casarme. Con quien compartir una casa, y coche. Con quien
tener hijos, si tú quieres claro. Con quien desayunar, comer y cenar todos los
días. Con quien hacer tonterías y tonterías, seguidas de besos y más besos.
Pero sobre todo, con quien estar un siempre, de los de verdad, es decir, de esos de que ni
la muerte, sea capaz de separarnos.
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