Hace tiempo que quería hacerte esto, pero no encontraba el momento, y por fin lo he hecho. Bueno, empezar por que tu presencia en mi vida es inevitable, me complementas, eres mi mitad, y creo que lo sabes, y si no es así, ya es hora de que lo sepas. Estoy todo lo que llevo de vida a tu lado, y espero que sea así hasta lo que me queda. Recuerdo que de pequeñas éramos inseparables, donde iba una iba la otra, y ¿Sabes? Nada de eso ha cambiado. Siempre que estoy contigo, consigues sacarme esa sonrisa tan profunda, haces que me ria hasta el punto de que me duela la tripa, y haces cada momento a tu lado inolvidable, como si fuera el último, y conforme van pasando los días, mas intenso lo haces, y me encanta. Me encantas tú. Sinceramente, no hay nadie como tú, no hay nadie tan preciosa, nadie tan especial, nadie tan mala y a la vez tan buena, nadie tan fuerte y a la vez sensible, no hay nadie tan perfecta. Creo que soy la persona, o de las personas que mejor te conocen de este universo, y obviamente, tú a mi, supongo, también me conoces a la perfección. Cada día formas un trocito más en mi corazón, y llevaré como unos 12 años a tu lado. Tengo que darte las gracias. Gracias por todos los momentos vividos contigo, y mira que no son pocos. Gracias por esas risas. Gracias por esas peleas, y te preguntaras, ¿Gracias por las peleas? ¿Pero eso no sería algo malo? Pues no, ¿Sabes por qué? Porque en cada pelea demostramos que somos sinceras la una con la otra, y eso nos hace aún más fuertes, que eso demuestra que lo nuestro, es amistad de verdad. Todos los recuerdos contigo los tengo grabados en mi cerebro, en mi alma. ¿Recuerdas todas esas noches cuando nos contábamos secretos sin cesar? ¿Recuerdas cuando nos dio por inventarnos bailes? ¿Recuerdas aquel día en la nieve tirándonos por el trineo? ¿Recuerdas esos días en la playa? ¿Recuerdas todos esos cumpleaños que pasemos juntas? ¿Recuerdas esos veranos/inviernos en las Bojadillas? ¿Recuerdas esas bromas por teléfono? ¿Recuerdas cuando jugábamos a las barbies? ¿Lo recuerdas? Yo sí, como si hubieras ocurrido hace un segundo. Quiero pedirte que siempre estemos juntas, unidas, como lo hemos estado ahora, lo necesito, porque… ¿Qué haría yo sin mi hermana? ¿Sin mi mitad? ¿Sin mi María? NADA. No te cambiaría por nada del mundo, porque eres de lo mejor de mi vida, y me alegro de haber compartido todas esas cosas contigo. Desde siempre, y para siempre, te lo prometo. Y que eres mi hermana, no de sangre, pero SÍ de corazón, y lo serás, hasta el fin de mis días.
Te quiero muchísimo.
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